EL DESAHUCIO EN LAS AULAS.
Por Elías Hacha, Director del IES Rodrigo Caro.
Coria del Río (Sevilla)
"Llevo un cuarto de siglo enseñando en Institutos, inculcando la
democracia, creyendo en la función pública como herramienta seria al
servicio de la prosperidad y de la igualdad social. La mitad de ese
tiempo, como director orgulloso de su equipo, de su claustro. Nunca
antes había tenido la sensación de formar parte de una farsa."
Lo supe esta mañana. Alumna nuestra. Me informó el Vicedirector, un
hombre con aguda conciencia social. Echaba humo. Yo, muy en mi lugar,
sin dejar de entender su indignación, lo llamé a la prudencia. Me
escuchó, pero me dio fuerte. No niego que mi obligada y profesional
moderación me tiene todavía con un sabor amargo en la garganta.
Educación para la ciudadanía. Ética. Religión católica y otras.
Educación permanente en valores desde la transversalidad. La palabra al
servicio de la democracia, una formación más allá de la mera adquisición
de conocimientos. La insistencia, el ejemplo, la laboriosa tarea de
corregirlos sin descanso en la esperanza de que nuestra adolescencia
desemboque en una juventud de mujeres y hombres hechos y derechos. Y de
repente, como una puñalada a traición, como un tornado que tambalea todo
lo construido día a día y año tras año a base de rigor y de mimo, un
hecho de legal brutalidad que extiende su evidencia por aulas y pasillos
en unas pocas horas y amenaza la consistencia de todo cuanto había sido
laboriosamente plantado, regado, cultivado: desahucian a la familia de
una alumna de 2º de ESO. Miembros de la comunidad escolar. Compañeros.
*¿Desahucian, maestro? ¿Qué es eso?* Los echan de su casa. *¿Y puede
seguir ocurriendo?* Puede que sí. *Pero, ¿por qué?* Por dinero. *Por
dinero…entiendo…** pero, ¿y la policía?* Tiene que asegurar que se haga
el desahucio. *Por dinero… entiendo… ¿y el alcalde?* No puede hacer
nada. *Por dinero… entiendo…, ¿y los jueces?* Han tenido que ordenarlo.
*Por dinero… entiendo…, ¿y nuestros representantes, los diputados, el
gobierno, los que hacen las leyes? *Recomiendan que no se desahucie a la
gente humilde. Lo recomiendan. Eso es todo. *Pero, ¿y los profesores?*
¿Los profesores? ¿Qué podemos hacer los profesores…? *No, perdón,
maestro, quería decir… ¿qué pasa con lo que nos han enseñado los
profesores? Nos han mentido ustedes. Deberían habernos enseñado que el
principal valor no es el amor, ni la honradez, ni la libertad, ni el
saber escuchar, ni la solidaridad, ni ninguna de esos rollos que nos
vienen contando… Deberían habernos dicho desde el principio que el más
importante de los valores es el dinero. Si esa era la respuesta, la
clave por la que se mueve toda esta sociedad de la que ustedes son
funcionarios, ¿por qué nos han mentido desde el principio? ¿Por qué nos
lo han ocultado? ¿No será que en realidad pretenden convertirnos en
personas equivocadas y débiles, en presas fáciles? ¿Por qué nos han
engañado, señores maestros? No entiendo…*
Llevo un cuarto de siglo enseñando en Institutos, inculcando la
democracia, creyendo en la función pública como herramienta seria al
servicio de la prosperidad y de la igualdad social. La mitad de ese
tiempo, como director orgulloso de su equipo, de su claustro. Nunca
antes había tenido la sensación de formar parte de una farsa. Esta es la
única respuesta honrada que para ellos me queda. Lástima que quizás no
sea sino otro rollo que les suelto.
Y es que, ante ellos, a mí sólo me queda la palabra. No puedo
incitarlos a una lucha que nos corresponde a los adultos y tampoco
puedo, como profesor, responder con el silencio… ¡qué débil la palabra
frente a la lección implacable de este hecho real y verdadero, ante este
frío desahucio que ellos –todos ellos- contemplan con sus propios ojos!
Me queda, y ni siquiera sé si es algo, apremiar –también con
palabras- a esos por quienes ellos preguntaban: a los diputados, a los
jueces, a los múltiples gobiernos de esta España que aún luce la
denominación de democracia. ¿O se trata ya nada más que de una especie
de “denominación de origen”, de un recurso publicitario cara al mercado,
de una máscara obligada… *por dinero?*
Los miro, y me duelen. Son los niños de la crisis. Mírenlos conmigo,
señores legisladores, señores de los múltiples gobiernos. Que no sean
también los niños del desengaño. Ustedes, que sí pueden, respondan con
hechos a este hecho.
(Multipliquen por la red este mensaje. Tal vez llegue a alguien capaz que se atreva de verdad a mirar)
Fantástico! Pongo mi granito de arena para que se extienda lo máximo posible, a ver si alguien se avergüenza, alguien con poder de obrar se entiende.
ResponderEliminarMe quito el sombrero frente a su publicación, tengo 20 años y llevo pensando eso mismo desde que tuve la cabeza suficiente para pensar por mí misma, siempre me he regido por los valores que indica..el amor,la honradez,la libertad,el saber escuchar, y la solidaridad... es duro hacerlo cuando presionan tanto que parece imposible sacar fuerzas, pero señor, ¿no es acaso también lo que necesitamos para salir de ello?, siga enseñando esos valores, por que es gracias a eso y no a otra cosa que podamos unirnos para defender lo que es justo..justo para todos.
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ResponderEliminarVivimos tiempos muy duros, durisimos, todo lo aprendido parece inútil, pero ahora más que nunca es necesario mantenerse lúcidos, no dejarse llevar por la corriente, por el pesimismo y la decepción, entre todos se puede aforntar el temporal mientras quede conciencia y sentido de justicia, confio en que entre todos reconstruyamos lo que parece que quieren aniquilar, será difícil pero no imposible, es el momento de demostrar lo que hemos aprendido en este tiempo de democracia y derechos sociales.
ResponderEliminarLa respuesta a un niño es muy simple: cuando le pides el sacapuntas a Jaimito luego tienes que devolvérselo, porque el sacapuntas es de Jaimito, él también necesita ese sacapuntas y no tenía ninguna obligación de prestártelo. Te lo ha prestado porque dio crédito a tu palabra de que se lo devolverías. Y si no lo devuelves ya sabías que vendría el profesor, el padre de Jaimito y Jaimito a reclamártelo, y ya sabías que además de tener que devolver el sacapuntas te llevarías una reprimenda, incluso un castigo, y lo peor es que luego seguramente ningún otro niño querrá prestarte sus lapiceros, borradores o sacapuntas, y esos niños se volverán más desconfiados hacia el resto de los niños de la clase que pidan prestado material pero, al contrario que tú, si se propusieran devolverlo, con lo que pagarán justos por pecadores.
ResponderEliminarPues con el dinero pasa lo mismo, Jaimito.
¡Mentira Urbek!, pagan justos por pecadores cuando los bancos hinchan la burbuja para conseguir beneficio, nada más que por eso. Acto seguido se quedan con cientos de miles de viviendas que no necesitan, ni van a aprocharles para nada.
EliminarTodo para evitar undirse ellos por su mala gestión que es justamente lo que decidirá el mercado implacablemente, arrastrando familias, empresas,todo el tejido productivo , el bienestar y el futuro de generaciones enteras.
Si no les paramos los pies, les metemos en la cárcel junto a los políticos que les apoyan y encubren.
Bien dicho Carles!
EliminarUrbek, ¿ Y el rescate bancario? ¿ Y la creación de la banca mala? ¿ Que estas de acuerdo con esas sinvergonzonerías ?, está claro que hay gente que se pasa y situaciones en las que un desahucio podía llegar a estar justificado, sobre todo tras un estudio particular de la situación y habiéndose agotado unos plazos razonables, pero eso no es así. Se ve que no debes tener problemas ni tuyos ni cercanos... ¡ Que frialdad da el anonimato de la red ! Seguramente a ti te criaron en los principios del dinero y no de la moral, pues prefiero ser buena persona y tener corazón a no ver un problema y ser un desalmado.
EliminarUrbek la diferencia es que seguramente Jaimito se lo prestase de manera altruista, sin ánimo de lucro, sin engaños de por medio, sin abusar de su posición de creditor. Seguramente que si no le devuelven el sacapuntas no le quitaría el plumier, ni le reclamaría el sacapuntas que aun le debe. Seguramente que si el profesor interviene ante la disputa no castigaría al niño que debe el sacapuntas, ni defendería los abusos de Jaimito.
ResponderEliminarTodos los valores enseñados son buenos, lo que es malo es lo que hay que cambiar, y para que esta historia termine bien solo hay que eliminar el dinero, todos los demás valores son maravillosos.
ResponderEliminarLeyendo esta noticia entendemos porqué quieren recortar en educación, no sea que gente con valores y conciencia transmita dichos valores a las próximas generaciones.
ResponderEliminarUn aplauso para este hombre
Vietnamitas en Madrid
Foro Vietnam
Bahia de Halong
Enséñeles a luchar, a organizarse, a diferenciar lo justo de lo injusto más de lo que dice la ley. Es lo que nos queda, luchar.
ResponderEliminarDesde luego, estamos en manos de delincuentes. Poco más que decir.
ResponderEliminarBueno, si. Los pitufos, nuestros niños-niñas son SAGRADOS, merecen lo mejor que hemos sabido hacer. No se metan ustedes con ellos, o se arrepentirán.
Un padre putativo.
Gracias.
Estimado compañero:
ResponderEliminarCoincido contigo, no sólo en profesión sino en indignación. Yo también tengo la sensación de que formo parte de una farsa. Estamos engañando a nuestros alumnos, a nuestro futuro. Les prometemos que si se esfuerzan, si estudian y se preparan tendrán una merecida recompensa.
¡Mentira! Los que deciden han roto ese pacto tácito que hemos defendido hasta ahora.
¿Qué podemos hacer los profesores? Mucho; visualizar los problemas, inducir al espíritu crítico para que se rebelen contra una sociedad regulada por la ambición y la avaricia. Y , sobre todo dar ejemplo.
Aprovechemos el Día de la Constitución, no para conformarnos con lo que tenemos y hemos perdido, sino resaltar aquellos artículos que no se cumplen y que tristemente cada vez son más.
¡Ánimo! Tenemos un trabajo muy importante por hacer.
ole ole! comparto! no se si servirá de algo pero por mi que no quede!
ResponderEliminarNos dicen las leyes orgánicas relativas a la EDUCACIÓN que hemos de formar jóvenes crítico y conscientes de su 'ser social'. ¡Pues hagámoslo! Sin remilgos, sin apología partidaria alguna, pero sin miedo. Porque se tratan de que sean CIUDADANOS y CIUDADANAS conscientes de que la razón de tal ciudadanía es ser responsables y, por tanto, intervenir con sus ideas y propuestas en la vida social. Por tanto, habrá que enseñarles cuáles son los medios de intervención social: la palabra, la asociación, la expresión,... ¡EL GRITO PERSONAL Y COLECTIVO!¡LA ACCIÓN PERSONAL Y COLECTIVA, RESPETUOSAS CON LA LEY, PERO FIRMES Y CONSECUENTES!
ResponderEliminarELLOS (a través de la publicidad, del cine, de ciertas canciones, de ciertos modelos de ocio, etc.), los poderosos, los de arriba, llevan tiempo 'indicándoles' cómo actuar y, sobre todo, cómo no-actuar, llevan tiempo enseñándoles el individualismo, el sálvese-el-que-pueda, la insolidaridad, la competitividad a muerte, la primacía de lo privado, la casi inexistencia de lo público,...
Creo humildemente que ESTE también es nuestro trabajo: en señarles Lengua, Matemáticas, etc. para que construyan bien sus pensamientos e ideas, para que argumenten con datos,... PARA QUE SEAN CIUDADANOS CRÍTICOS, ACTIVOS Y BIEN PREPARADOS, dispuestos a no dejarse engañar y a convencer a la ciudadanía de buena fe para expulsar a los mercaderes del templo, del ágora y del mercado mismo.
Elias enhorabuena me siento muy identificado con lo que trasmites . Es necesario que nuestros pequeños sepan la realidad social y los adultos sepamos alimentarles esa fuerza que tienen, para que puedan cambiar y crear un mundo mejor de lo que les dejamos Gracias lo divulgo por la red
ResponderEliminarComparto la desazón que embarga al compañero autor de la carta. Con igual contundencia rechazo la decisión de este ministro Wert de eliminar la Educación para la Ciudadanía, materia que ha estado presente en muchas aulas de este país mucho antes de que se instaurara como asignatura, pues muchos han sido lxs docentes que a lo largo de su vida profesional han enseñado valores propios de los sistemas democráticos, base para la construcción de una ciudadanía activa, responsable, participativa y solidaria.
ResponderEliminarPero a estxs gobermantes no les interesa este tipo de ciudadanxs, prefieren formar consumidores - que alimenten el mercado - y fieles - que llenen las iglesias -. Unxs y otrxs serán más sumisxs y dependientes de los dictados de la iglesia y el mercado que lxs ciudadanxs reflexivos que se sientan como tales y traten de cambiar las reglas del juego que los poderes financieros mundiales están imponiendo a los gobiernos del mundo exclusivamente en beneficio propio.
Estamos demasiado acostumbrados a los maestros y profesores para los que la enseñanza es sólo una profesión y pasan de puntillas por las aulas. Pues aquí hay uno que se lo plantea todo, el que a mí me hubiera gustado tener, que me hiciera un poquito de caso. La resilencia que surge sola en los niños les salva de todo y esta generación que crecerá con la crisis nos puede dar una grata sorpresa.
ResponderEliminarSí. Todo ésto está bien. Pero no olvidemos ni por un momento que todos los gobiernos de esta mal llamada democracia, incluído (y sobre todo) el actual, fueron avalados por el voto de los ciudadanos. Es posible que los que votan estén claramente equivocados, pero ¿y los que no votan? ¿Qué pasa con los que no votan?. Si los habituales mecanismos de movilización social (sindicatos, partidos, etc.) han periclitado, no queda más que organizarse desde la base. ¡Contra el expolio: movilización social ya!
ResponderEliminarNos hemos olvidado de enseñarles a perseguir sus sueños, por lejanos y difíciles que parezcan, a enseñarles a no dejar NUNCA un deseo de lado, a desear cualquier cosa y SABER que pueden conseguirlo. Sí, quizás porque no nos lo enseñaron a nosotros. Nos dijeron que hay lugares a donde nunca llegaríamos, que el dinero es fundamental para ser un 'triunfador', pero que se puede triunfar siendo humildes. Que los valores son más. Importantes. Sí, tienen razón sus alumnos, estamos creando otra generación de borregos. Porque es lo que aprendimos.
ResponderEliminarPues bien, soy madre, tengo 3 hijos de 9 y 8 años, y desde YA he empezado a re-programar sus mentes. Sois lo que creáis que podéis ser. No sabes cómo, yo tampoco sé cómo lo conseguirás, pero PUEDES, y me encargaré de repetírtelo cada día de mi vida. No dejes que NADIE NUNCA te diga que no puedes, no les escuches. Sé fuerte y constante. Eso es lo que nos faltaba enseñarles a nuestros hijos / alumnos.
Nunca podrán decirle que mintió o engañó. Serán fuertes de mente, positivos, arrogantes, vivaces; perseguirán sus sueños con fe y la mayoría los verán cumplidos. No les mientan, claro que es importante el dinero, es lo que usa hoy en día para todo. Buen día a todo@s
Hola, viendo la cosa como esta y que cada vez hay mas desahucios, unos porque la gente es morosa y otros, la mayor parte, porque dada la situación y la crisis no pueden hacer frente a sus obligaciones muy a pesar de ellos, no es de extrañar que cada vez haya mas necesidad de ayuda social, es decir que los que mas tienen ayuden a los que menos tienen y en ese apartado es donde entran las web enfocadas en la localizacion de ayudas y recursos para los mas necesitados. No hay muchas pero siempre hay webs con fines no lucrativos que intentan ayudar a paliar la crisis y la falta de recursos como la iniciativa de www.ayudales.net , ójala estas iniciativas proliferasen para poder ayudar a los demas y no tanta política, ni ayuda a los bancos, para que al final siempre ganen los mismos, el ciudadano de a pie es al que hay que ayudar y se acabaria el estres emocional que vive la sociedad hoy en dia, ojala entre todos podamos contribuir al bienestar social del pais. Perdonar que me explaye en mi comentario pero como tantas personas lo estoy pasando muy mal. Gracias y saludos a todos los que visitan blogs tan útiles y prácticos como este.
ResponderEliminarMe ha llegado por Facebook, a través de una profesora. me uno a esta indignación de todos. Los niños de la crisis... a mis hijas digo que estudien todo lo que el gobierno les deje, que no sé si becas le darán... y que se vayan de este país. Es duro, pero considero que es lo mejor que puedo decirles.
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