Desde Marea Verde Andalucía
queremos invitar a padres, madres y profesorado a unirse a la campaña
contra las Pruebas Escala y contra la Agencia encargada de su
realización, la AGAEVE.
La AGAEVE (Agencia Andaluza de
Evaluación Educativa) creada en 2007, es una agencia externa
adscrita a la Consejería de Educación, encargada desde
el curso 2007/2008 de realizar las llamadas pruebas de Diagnóstico
en 4º de Primaria y 2º de la ESO, y la Escala al alumnado
de 2º de Primaria desde 2012, empleando para ello un
presupuesto de unos 4'2 millones de euros anuales.
En enero de 2014 los centros escolares
recibieron un escueto escrito de la Consejería de Educación
anunciando la anulación de las Pruebas de Evaluación
Diagnóstica (PEDs) debido a la aprobación de la LOMCE
pero informando del mantenimiento de las pruebas Escala. No se
explica por qué se mantienen estas pruebas en solitario ya
que según la propia orden que regula su funcionamiento (Orden
de 18 de mayo de 2011), “es conveniente la realización de
esta prueba [...] para completar la
información aportada en las pruebas de evaluación de
diagnóstico”.
Por tanto, se trata de una prueba complementaria a las PEDs.
Además,
nos llama especialmente la atención que el argumento utilizado
para la supresión de las Pruebas de Diagnóstico sea la
aprobación de la LOMCE, y más cuando la Junta de
Andalucía presentó el curso pasado en
el
plan de actuación de la Agencia de Evaluación
2012-2016, un «modelo de evaluación alternativo al que
propone la reforma educativa». Se garantizó entonces
que, a pesar de la entrada en vigor de la Lomce, Andalucía no
renunciaría a seguir aplicando sus pruebas. Alonso ha
justificado su eliminación en que la ley Wert empezará
a aplicarse en septiembre, y que esta incorpora su propia evaluación
externa, (las llamadas reválidas en 6º de Primaria y en
4º de ESO); sin embargo la Lomce no impide a las
comunidades desarrollar sus propias pruebas.
Estas contradicciones se explican
porque los verdaderos motivos son otros, entre ellos el desgaste
provocado por la campaña de Marea Verde contra
ellas el curso pasado, 2012/2013, que llevó
a que más de doscientos centros en Andalucía
(cincuenta y dos en la provincia de Cádiz) se unieran a la
campaña, y se negaran a realizar las pruebas, bien a través
de la huelga del profesorado, bien a través de un escrito en
el que los padres y madres demostraban que estaban en contra estas
pruebas. A esto le unimos la filtración de las pruebas por
Internet días antes de su realización, hecho que por sí
solo debería haberlas invalidado. En definitiva se ha
manifestado a las claras que las pruebas eran una auténtica
chapuza y que tenían el rechazo de gran parte de la comunidad
educativa.
Desde el primer borrador conocido de la Lomce, Andalucía ha cargado las tintas en su discrepancia férrea con el nuevo modelo de evaluación que pretende implantar el Gobierno central, con reválidas al finalizar las distintas etapas educativas que servirán para «clasificar y penalizar el fracaso», dicen; sin embargo también fue la Junta de Andalucía la primera en aplicar pruebas externas en el estado español que en nada difieren con las tan criticadas Reválidas. Fue la LOE (Ley Orgánica de Educación), creada por los socialistas, la primera ley en hacer referencia a las pruebas de diagnóstico para medir los conocimientos del alumnado; la LEA (ley de Educación de Andalucía) creó la Agaeve y reguló la realización de estas pruebas. La LOMCE no deroga la ley anterior, simplemente establece algunas modificaciones, y mantiene su esencia: la educación al servicio del mercado. La definición que se hace de educación es mercantilista y utilitarista. Se entiende como un factor dependiente de los procesos económicos y que debe enfocarse a sus resultados. Toda la terminología que se extrae tanto de la LOMCE como de la LOE procede del mercado; se habla de competencias, flexibilización, excelencia, capital humano, productividad, competitividad...
La obsesión con los exámenes es un nuevo nicho de mercado. Y quien lo ha visto claramente es la editorial británica Pearson, una multinacional con filiales en todo el mundo, dueña además de Financial Times y The Economist y que facturó más de 6000 millones de euros en 2013. Pearson ha logrado el contrato para los exámenes de PISA 2015, que pagan los ministerios de Educación, y la exclusiva para la creación de la plataforma digital que los sustentará. Pearson utiliza PISA y otras pruebas similares como cabeza de puente para, según sus críticos, manejar los hilos de la educación mundial. Pearson no sólo redacta los exámenes, también los corrige y aporta las herramientas informáticas a los ministerios de Educación para analizar el rendimiento casi en tiempo real, como si fuera una Bolsa de Valores, donde los que cotizan no son empresas, sino colegios y, en último término, nuestro/as hijo/as. Pearson sostiene que su objetivo es revolucionar el concepto de 'educación' en el mundo, personalizarla y reducir costes.
Las pruebas Escala, como las de
Diagnóstico y las próximas Reválidas de la LOMCE
están basadas en los principios competitivos y
competenciales de los llamados informes PISA (Programme for
International Student Assesment). La prueba diseñada por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) viene a establecer una liga de países,
y detrás de esta prueba existen un negocio
multimillonario.
En las pruebas Escala (y las de
Diagnóstico hasta este año) las preguntas son
realizadas por personal ajeno a la enseñanza, a menudo con
errores, y que debido a la presión que suponen para el
personal de los centros educativos para obtener buenos resultados,
muchos/as de los/as docentes preparan las pruebas de antemano,
perdiendo horas de otras materias en aras de conseguir mejores
resultados para su centro.
Por todo ello, queremos denunciar la
invalidez y el despilfarro que suponen estas pruebas. No creemos que
midan realmente la calidad educativa, la cual, además, no
se puede examinar con un modelo estandarizado para todo el alumnado,
sin tener en cuenta su diversidad y procedencia. Esta viñeta
simboliza muy bien lo que consiguen las pruebas Escala.
Por
otro lado, no nos negamos a que existan medidas de control de la
calidad en los centros, pero realizadas desde dentro, a través
de un conjunto de profesores/as, e incluso contando con la
colaboración de inspección educativa, pero siempre
teniendo en cuenta la realidad de cada centro educativo, y tomando en
consideración su diversidad.
Por
todo ello, animamos a los padres/madres a...
-
No llevar a sus hijos/as a clase la primera hora de los días
20 y 21 de mayo, días en los que está fijada la Prueba
Escala
-
Si no puedes dejar de llevar a tu hijo/a a la escuela, firma un
documento en el que te declares objetor de conciencia. Nuestra
ética nos dice que hay que gestionar bien el dinero; con ese
presupuesto queremos más profesorado para poder dar una
atención individualizada al alumnado, hacer desdobles, reducir
las ratios...
-
Ponerse en huelga la primera hora de los días 20 y 21. Durante
cada hora de huelga te descuentan 10 euros... si supone un gasto
imposible para ti, se puede hacer una caja de resistencia entre todo
el profesorado que apoye la causa.
-
Ayudar a la difusión de la información entre padres,
madres y el resto de profesores.
A
los equipos directivos:
-
Respetar el derecho a huelga del profesorado. Si un profe se pone en
huelga, no debes obligar a otro a entrar en el aula. Simplemente
el/la que esté de guardia deberá cuidar del alumnado,
pero nunca pasar la prueba por el/la huelguista. Así
evitaremos posibles enfrentamientos y denuncias por vulneración
de derechos.
Por
la democratización de la enseñanza. Porque
profesores/as, padres y madres tenemos mucho que decir de la
enseñanza, porque creemos en una escuela pública y nos
definimos contrarios a la externalización de los servicios...
Las agencias externas no son más que un mecanismo más
para privatizar la enseñanza.
CON TU
COLABORACIÓN, PODEMOS...
¡¡NO A LAS PRUEBAS ESCALA!! ¡¡NO A LA AGAEVE!!
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